Hoy en Ag4 te contamos que tradición ha pasado de ser un motivo de elaboración de dulces navideños a ser un auténtico reclamo turístico, desde Ag4 administradores de fincas en Jerez, queremos que en estas fechas navideñas te transportes al pasado para entender mejor el presente.
Desde hace mucho tiempo, en los patios de Jerez, en los corrales, en corralones de casas grandes entre otros se celebraban lo que hoy conocemos como zambombas, eran el acto navideño más popular. Todo el mundo aprovechaba para reunirse con sus vecinos y familiares entre los gruesos muros de las fachadas blancas decoradas con macetas, flores y adornos de lo más navideños.
Cuenta la historia que entre las gruesas columnas que sujetaban los balcones de las casas yacían más personas que flores, podía sentirse el olor de los pestiños por todos lados y las castañas listas al fuego anunciaban la llegada de la navidad, todos se reunían alrededor con sus instrumentos o cualquier tiesto que al tocarlo en compañía se originara la perfecta sintonía de los villancicos navideños.
En estas fechas todo el mundo salía a cantar y a bailar, niños, ancianos, familias enteras, amigos, vecinos, desde aquel hombre que vivía únicamente con su perro compartía momentos con aquella madre/ padre de familia, o con aquella pareja recién mudada. Desde las penurias hasta las alegrías, todo se vivía con mayor intensidad. Con todo ello llegaron las zambombas, una particular forma de vivir la Navidad en Jerez que se remonta hasta nuestros tiempos. Noche buena era la noche por excelencia para cantar ese repertorio de coplas navideñas, villancicos, beber copas de anís acompañadas con pestiños mientras la abuela se balanceaba sobre una silla de cañizo cóncava de madera.
Hablamos de hace décadas, donde se vivieron momentos duros de postguerra, tiempos en el que todas las tareas se compartían entre los vecinos, el aseo de los pasillos, del portal, las escaleras, en los patios de vecinos era raro no ver a un extraño repartiendo leche en un cacharro mientras la vecina le preparaba un poco de anís. Sí, la navidad y nuestras costumbres eran así.
Hoy en día la zambomba se ha convertido en una manifestación cultural de interés etnológico en el que siempre ha reinado y continúa reinando, el cante oral, la popularidad, el carácter grupal y la espontaneidad del momento.