Como miembros de una comunidad de vecinos, tanto las personas de avanzada edad como los niños, guardan mayor cercanía con el riesgo y los posibles accidentes que pudieran suceder en el normal trascurso del día a día en la comunidad.
Un elemento susceptible de peligros son los parques infantiles pero adoptando las medidas adecuadas no tienen por qué suponer una actividad de riesgo para los más pequeños.
Debemos asegurarnos de que se cumplan una serie de condiciones para evitar en la medida de lo posible que se produzcan lesiones. Los puntos a considerar serían:
-Materiales: Hormigón o asfalto son peligrosos por su dureza y las superficies de tierra o césped son muy inestables en función del clima. Considerad siempre que los materiales utilizados lleven los correspondientes sellos y certificados europeos.
-Separación de zonas de juego por edades: generalmente dividiremos tres grupos diferentes de edad: hasta 2 años de edad, de 2 a 5 años (edad prescolar) y niños de 5 a 12 años de (edad escolar). La diferencia a la hora de jugar y el tipo de superficie de juego estarán pensadas teniendo en cuenta los comportamientos propios de cada edad.
-Protecciones: si en el parque infantil existen elementos de juego de diferentes alturas, lo más elevados deberán disponer de barandillas y barreras de protección.
Por otra parte, existe riesgo de atropellos de niños si hay circulación de vehículos en urbanizaciones y recintos cerrados por lo que se hará necesario colocar carteles o badenes del mismo modo que sucede en zonas de tránsito de niños como las colindantes a colegios.
En cuanto al alumbrado, este debe guardar las condiciones adecuadas de iluminación y estar presente en todas aquellas zonas condicionadas a la circulación de los residentes de la finca.